Ya no queda tanto para la llegada de la última noche del año. En casi todos los lugares del mundo, este acontecimiento se celebra por todo lo alto.
En nuestro país, la tradición dicta que la última noche del año, es una noche para reunirse con los seres queridos y comer doce uvas al son de doce campanadas, prediciendo buena suerte para el año que comienza si consiguen comérselas todas. El centro de Madrid, concretamente el kilómetro cero o Puerta del Sol, reúne a millones de españoles que se aglomeran para dar la bienvenida al año que empieza.
Cada país tiene su particular tradición para despedir al año.¿Qué os parece si hoy conocemos algunas de ellas?
Por ejemplo, Sudáfrica, celebra la entrada del año no con uno, sino con dos años nuevos. Los sudafricanos hacen sonar las campanas de las iglesias y, en algunas zonas del país, pueden verse multitud de disfraces por las calles, donde los sudafricanos gritan «Gelukkige Nuwe Jaar» (Feliz año Nuevo), al ritmo de tambores y demás instrumentos de percusión.
Los Daneses no se dejan llevar por los ajustes de la crisis, al menos durante esta última noche, porque, en la víspera de año nuevo, se dedican a lanzar contra las casas de sus amigos todos los platos que han ido usando durante el año. Aquellos que más platos rotos hallen al día siguiente al lado de su puerta, son de los que más amistades pueden presumir.
En algunos pueblos escoceses, se prende fuego a un barril y es tradición hacerlo rodar por las calles envuelto en llamas, para saludar al año que entra.
Los Belgas lo celebran bañándose en agua helada.
Los japoneses, por su parte, no tienen suficiente con las tradicionales doce campanadas, sino que ellos hacen sonar 108. Cada una de ellas invoca a un deseo terrenal que hay que mantener alejado. Las viviendas se decoran con hojas de bambú, que simbolizan la honestidad. Y, además, hay que empezar el año riendo, pues trae buena suerte.
Una propuesta que resultaría muy original para los viajeros que deseen este año pasar una Nochevieja diferente, sería celebrarla en Australia. El día 1 de enero lo festejan en la playa, haciendo picnics y torneos de surf, pues para ellos es plena época de verano.
En Brasil, la gente acude a las playas para ver los fuegos artificiales, vistiendo de blanco y saltando siete olas, pues es símbolo de buena suerte. Además, se lanzan flores al agua mientras se piden deseos.
En China, por su parte, la nochevieja no se celebra en diciembre, como en casi la totalidad de países, pues se rigen por su propio calendario. De tal manera que se festeja en febrero y es la más larga del mundo, con una duración de nueve días.
Los holandeses y belgas desafían a las altas temperaturas de diciembre, ya que comienzan el año bañándose en agua helada.